UNIVOCISMO
La forma contenida en las sustancias no es una y distinta en cada caso de la que pueda predicarse un universal por analogía, como lo prentendió Tomas de Aquíno, es en estricto sentido "una sola sustancia", es decir, la forma sustancial es unívoca.
Para afirmar la irreductivilidad de la univocidad, es decir, la imposibilidad de la pluridad de las formas, Escoto encumbra la nosción de "ser" como cuspide irreductible de la sustancia. El "ser" es el fundamento último de todas las cosas que debe ser afirmado desde su propia negación: de las cosas se iniciara por negar sus accidentes, si es posible, queda entonces sólo la sustancia; se procede a la negación de la sustancia, de ser posible, queda entonces la pura esencia; al proceder a la negación de la esencia (como pretendido sustrato ultimo de toda cosa) lo que queda es "nada"; pero, al proceder a la negación de la nada el residuo es una "no-nada", es decir, la afirmación del "ser" en su estado ultimo y fundamental a toda cosa.
El univocismo de Escoto derrumba el esquema aristotélico-tomista de la constitución hilemórfica de las ousías. Esencia, existencia, acto y potencia, son sólo categorias desprendidas de un ejercicio puramente racional. Las cosas no se encuentran diferenciadas en el mundo sino que existen como unidades irreductibles a sí mismas. De este planteamiento se deriba el problema de la individuación de las ousías: si no es posible predicar en forma diferenciada de las cosas, cómo se procede a su conocimiento particular y, más aun, cómo se hace posible la manifestación concreta de la individualidad de las cosas. Escoto responde volviendo a las ideas divinas que se encuentran contenidas en la mente de Dios, según Agustín de Hipona. A éstas les llama "formalidades" (ideas en sí, formas platónicas en el mas estricto sentido): son eternas, inmutables, inamovibles, etc.)
La formalidades se cruzan entre sí para formar individuos en distintos grados de perfección. Aquí, Escoto se enfrenta a un problema de trasendencia capital para la tradición arsitotélica: la materia. Para Tomas, como para el aristotelismo en general, la materia es el principio de individuación y no las formas, pero Escoto niega la posibilidad de la materia como principio de individuación, puesto que la individuación procede de las "formalidades", qué sucede entonces con la materia. La salida, evidente del todo, de Escoto es la afirmación de la materia como una "formalidad", es decir, la materia es una forma más de la que se componen los seres, contribuyendo a la individuación de las ousías en mayor o menor grado según su participación (en los ángeles, por ejemplo, la formalidad material no estaria presente, o lo está, pero en grado menor a como se hace manifiesta en una roca, por ejemplo)
A su vez, queda tambien el problema del modo en cómo se logra la individualidad de las ousías a partir de formalidades irreductibles a sí mismas. A este fenómeno Escoto le llama "haccitas" (unidad de la ousía en sentido estricto) que procede de la individuación de la formalidad (unidad real o particular, diferenciable numericamente), su universalidad (unidad formal o universal, diferenciada en concepto) y el intermedio entre ambas que sería, justamente, la propia individuación de las formalidades en una unidad intermedia.
El problema de la unidad de las formalidades parece haber rebasado al propio Escoto, pues recurre a una salida teológica para salvar su planteamiento: la voluntad de Dios.
VOLUNTARISMO
La voluntad divina se detrmina a sí misma, no es determinada por nada, es decir, es un estado de libertad absoluta (omnipotencia) La creación, por ejemplo, es un acto de la voluntad divina, y en tanto tal, sólo Dios podra disponer de la existencia de las cosas y decidir en qué momento dejaran de ser: siguiendo la linea anterior, sólo Dios podria disolver el cruce e individuación de las formalidades, así como presindir de las formalidaes mismas.
El problema con el voluntarismo escotista es el momento en que llega a la afirmación de la voluntad humana, colocada en el hombre a imagen y semejanza de su creador. Si sólo Dios puede disponer de la existencia o no existencia de las cosas del mundo, por tanto, no existe una "ley natural", sólo una "ley divina", y por ende ninguna ley natural o humana seran necesarias.
EXISTENCIA DE DIOS
Escoto demuestra la existencia de Dios a través de la afirmación de lo infinito desde lo finito. Supone la existencia de lo infinito antes de proceder a la demostración formal, es decir, Escoto no procede a la manera de Tomas como una inducción, sino que parte de la evidencia de lo infinito para despues mostrar su rastro en el mundo, es decir, de forma deductiva.
"Lo que no repugna a la inteligencia es posible", en tanto que eso que "no repugna" es deseado de algun modo. La idea de infinito no repugna a la inteligencia, en tanto que es manifiesta en la finitud del mundo, por tanto, la idea de lo infinito es simpre posible. Escoto enumera cuatro derivaciones del infinito desde lo posible:
1. Eficiencia. No sólo conoce -lo infinito- sino que tiene el poder de poner en acto a los posibles. De la infinidad de sus efectos (la infinidad de las formalidades) se deduce la infinidad de su potencia (es decir, como causa eficiente)
2. Cognoscible infinito. Los infinitos son inteligibles en acto, sólo una inteligencia infinita podria entender lo infinito. En el hombre hay cognoscibles infinitos sólo en potencia, en tanto que en Dios son cognoscibles en acto.
3. Bien. El hombre ama el bien finito, pero siempre desea más, lo que lleva a considerar el bien infinito en tanto es siempre una posiblidad (no repugna)
4. Eminencia. Ninguna perfección finita excluye la perfección infinita, sino que le reafirma. Nada de lo que conocemos excluye la infinitud, sino que le hace posible, es decir, así como lo blanco implica contraposición a lo negro, así lo finito se contrapone siempre a lo infinito.
Falta considerar el asunto de la antropología deribada de los planteamientos escotistas, pero esa sera una labor para sus comentarios.